Qué hay detrás del boom del aceite de palma?

Muchas son las críticas que está recibiendo el aceite de palma los últimos meses por los posibles problemas que puede generar en nuestra salud.

Nota: Ningún resultado se puede garantizar, esto dependerá de cada persona

¿Es necesario evitar su consumo? ¿Qué es realmente el aceite de palma?

El aceite de palma se extrae de un árbol de origen africano. Su consumo se remonta a épocas ancestrales donde no se llevaba a cabo ningún tipo de refinamiento. Su forma natural es de un color rojizo.

Uso en la industria

Su uso va más allá que en el ámbito alimentario, pues también es recurrido en el sector cosmético y farmacéutico.

Su uso parece ser interesante por su fácil conservación, su punto de fusión (35ºC) y, sobretodo, su precio.

El boom del aceite de palma

Actualmente se utiliza en una gran mayoría de alimentos procesados: bollería industrial, comida rápida y precocinada, alimentación para bebés…

La problemática radica en que antes podía ser etiquetado como «aceite vegetal». Sin embargo, esta práctica dejó de permitirse en 2011, cuando fue aprobado Reglamento 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.

Gracias a esta nueva normativa podemos saber exactamente qué productos incorporan este tipo de aceite.

Composición

El aceite de palma contiene la mayoría de sus ácidos grasos en forma saturada (en especial de ácido palmítico, el cual podría relacionarse con diversas enfermedades graves –comunicado de EFSA (Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria)).

Medio ambiente

La cruzada contra el aceite de palma no acaba aquí; pese a que, como hemos comentado, el árbol es de origen africano, los principales productores se encuentran en Indonesia y Malasia. La especulación económica ha provocado, en muchos casos, malas praxis como la provocación de incendios para deforestar grandes zonas y poder llevar a cabo la explotación.

No todo vale

Dada la alarma alimentaria que se ha generado, son ya varias marcas de alimentación y cadenas de distribución que han retirado este tipo de grasas de sus referencias.

Quizás en breve podamos consumir cualquier tipo de bollería industrial sin aceite de palma. Sin embargo, no debemos caer en el error de que pase a ser calificado de «sano».

Unas galletas sin aceite de palma o sin azúcares añadidos no se convertirán en un alimento menos procesado.


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